25 de abril de 2011

Me siento derby...


Podrán decir lo que quieran, pero un Barça - Madrid no es un derby como Dios manda, con todo el respeto. Un Derby es lo que se vivió el pasado Sábado en San Mamés. No hay palabras para describir el ambiente festivo que hubo...

Pero sin duda, la importancia de un partido así se nota cuando lo realmente importante no es el partido, si no la hermandad entre las dos aficiones.

No hay comentarios: