19 de enero de 2010

Echo de menos la luz del sol...

Con éste título así de cursi te encuentras de cara. Pero no tiene nada malo. Simplemente han empezado los exámenes. Esos días de mal humor, dolores de tripas, estrés, idas de olla, libros, apuntes y llamadas. Sobre todo llamadas.

Cuando estaba en el instituto, siempre llamaba a la gente para saber qué tal llevaban su examen, cuánto habían estudiado o saber si iban a hacerlo más o salir... Me he dado cuenta de que, ahora, sigo haciendo llamadas pero casi, para desconectar. Llamas al amigo del pueblo, al otro, al de la moto, pero no quieres saber nada en especial. Sólo hablar.

Antes era de los que me agobiaba, me ahogaba en un vaso de agua. Siempre he creído que los estudios eran lo más importante, pero hoy, después de pensar un rato me he dicho: "Mejor tener alguien que te apoye en un suspenso, que no tener nadie con quien celebrar un sobresaliente"... ¿ No creés?
Estoy seguro de que algún día echaré de menos estos días de encerrona estudiantil, pero no será hoy...

1 comentario:

Anónimo dijo...

ola