Alguno ya conocéis mi garaje. No es amplio, no es cómodo, no es bonito... pero sí barato y curioso, diferente. Se accede a él subiendo, no bajando, pero la entrada peatonal está por un portal. El caso es que se trata de un portal grande, una unión de dos portales de 15 pisos, con varias lonjas.
Cuando lo alquilé, enseguida noté que la escalera interior tenía más vida de la que pensaba, y para dejármelo claro, dos chavales me pidieron papel para fumarse un porrito. Casi me da miedo decirles que no llevaba.
Cada día que bajo, me encuentro con alguien diferente, y la mayoría me miran como inseguros y ni tan siquiera saludan. Es normal, sobre todo en las personas mayores, desconfiar, ya que es un portal muy grande, con muchos posibles escondites.
Supongo que por todo ésto, un día se llenó de carteles como el que os enseño:
Dice así: "Con el objeto de no causar la innecesaria alarma, no está autorizada la permanencia, no anunciada en lugar no advertido de éste portal."
"Con tal objetivo, no está permitida la estancia en el mismo en los lugares que pudieran generar susto, miedo o inseguridad."
Finaliza advirtiendo de que en tal caso, se tomarán las medidas oportunas. Lo que yo me planteé al leerlo, es pensar en una situación en la que me suena el móvil, por ejemplo, y me siento en las escaleras a hablar, ¿Vendrían los vecinos a darme con varas, sartenes o paraguas? ¿Debería avisar antes por medio de Post-Its? ¿O llamar por el telefonillo a los 60 timbres?
Mejor salir a la calle...
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